Juan 1: 14-18
Dios se ha revelado de varias maneras. En la encarnación (apariencia en forma humana) la Palabra (Jesús) se convirtió en hombre. Y se transfiguró de ellos; y su rostro resplandeció como el sol, y sus vestiduras se volvieron blancas como la luz (Mateo 17:2, LBLA). Era conocido como Shekinah, el símbolo visible de Dios. Jesús es la verdadera Shekinah.
Jesús estaba lleno de gracia y verdad. No hay límite a la gracia de Dios para Su pueblo. “La Ley reveló sólo una parte de la verdad… (la) verdad completa hacia la cual la Ley señaló vino a través de la persona de Jesucristo” (Juan MacArthur).
Nadie ha visto jamás a Dios; el unigénito Dios (Juan 1:18, LBLA). Adam Clarke dice: “La Palabra y el único engendrado son idénticos”. La Luz (vv. 7 y 8) es idéntica a la Palabra encarnada. Jesús dice, “… nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni nadie conoce al Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar” (Mateo 11:27, NASB).
Estudio de la próxima semana – Juan 1:19-28