Cuando Juan (el Bautista) comenzó su ministerio público, los israelitas tenían una mayor esperanza de que el Mesías estuviera a punto de liberarlos del cautiverio romano. Debido a eso, los sacerdotes y levitas tenían algunas preguntas que querían hacerle a Juan (el Bautista).
1:19-20 – ¿Quién eres? Los sacerdotes y levitas se preguntaban si Juan podría ser el Mesías prometido. Cuando le preguntó, Juan dijo: “No.” Si Juan no era el Mesías, ¿podría ser una figura de la expectativa del tiempo del fin?
1:21-22- ¿Eres Elías? John dijo: “No”. Había una razón mayor por la que los sacerdotes y los levitas podrían haber creído que Él era Elías. En el Antiguo Testamento, había algo que se decía acerca de Elías y los últimos días (lee Malaquías 4:5). Incluso los discípulos de Jesús se preguntaron acerca de lo mismo (lea Mateo 17:10). Algo muy raro le sucedió a Elías (lee 2 Reyes 2:11). Lucas 1:17 dice, que en los últimos días habrá uno “que exhibirá el espíritu y el poder de Elías”. Se le preguntó a Juan: ¿Eres tú el Profeta? Él respondió: “No”. Una vez más, había una razón mayor por la que los sacerdotes y los levitas podrían haber creído que Juan era un profeta (lea Deuteronomio 18:15).
1:23 ¿Quién era entonces Juan? Dijo que yo soy la voz de uno que clama en el desierto: ‘Endereza el camino del Señor (prepárate para la venida del Mesías)’, como dijo isaías el profeta. “
Juan supo algunas de las personas querían elevarlo a una posición mayor de lo que le correspondía por derecho. Juan era un hombre humilde. Él dijo: Él (Jesús) es preferido antes que yo, cuya correa de sandalia no soy digno de aflojar” (Juan1:27). Juan se comparó a sí mismo con un esclavo al que se le exigió que se quitara los zapatos de su amo. La diferencia era que Juan ni siquiera sentía que era digno de quitarle los zapatos al Mesías.
-Todos los pasajes de las Escrituras están tomados de la Biblia Mundial en inglés (WEB)-